ANSE es miembro de la red Metasysteme Coaching

¿Qué sentido doy a mi profesión de coach?
Somos todos Responsables

I – LA REALIDAD

A menudo, la profesión de coach es muy criticada, incluso maltratada, y a veces con razón.

¿Ha comprendido el mercado la utilidad de nuestra profesión? o ¿somos los culpables de esta falta?

Sin embargo, las asociaciones sean cuales sean: ICF, EMCC, AECOP, SF Coach, realizan un trabajo ejemplar para que la profesión de coach sea reconocida, incluso diría, de utilidad pública.

Por supuesto, como en cualquier profesión hay charlatanes y también escuelas de formación al coaching que forman mal. No solo porque una escuela esté acreditada o aprobada, la formación será de calidad. Acreditamos competencias, peor los procesos y no la calidad del formador. Todos hemos tenidos profesores excelentes que nos han hecho amar una asignatura, que incluso han creado pasiones, revelaciones a sus alumnos, y otros que nos han hecho odiar su materia. Sin embargo, estos docentes tienen el mismo diploma.

Por supuesto, hay muchas escuelas de formación al coaching y un número considerable de personas que vienen a formarse. Podemos suponer que luego, en el mercado de clientes del coaching, la oferta y la demanda no están en equilibrio.
Desde luego que las escuelas responden a una demanda del mercado, debido al considerable número de directivos de 30 años y más, que buscan un empleo que tenga sentido para ellos porque su anterior profesión ya no está relacionada con sus valores o los valores de la empresa, demasiado centrada en el valor capital.  

Pero una vez dicho todo esto y que hemos criticado el mercado, me hago esta simple pregunta sistémica:


Desde las profesiones que desaparecen con las nuevas que aparecen, del mundo de la salud al mundo empresarial, del mundo asociativo al mundo político, de las finanzas al medio ambiente, todos se hace preguntas, todo el mundo, por lo menos la mayoría quiere renovación, reinventarse. Sin duda, el malestar mundial viene también de ahí.

Si en la antigüedad, el cosmos, la política y más cercano a nosotros, la religión, la filosofía, fueron una fuente de sentido para el ser humano, desde el advenimiento de la era industrial, incluso desde hace más de veinte años, el mundo de la empresa ha ocupado un lugar determinante en la vida de todo ser humano. Poco a poco, el capital mordisquea el sentido, y cuando vemos cómo tratamos a los demás, al planeta, no creo que me equivoque cuando digo que ha ocupado el lugar del sentido. La vida está hecha de elecciones, y hoy en día, entre dos elecciones, prevalecerá la del capital.

El Sr. Antoine Frérot, CEO del grupo VEOLIA (171.000 empleados en el mundo) lo dijo perfectamente en este artículo publicado en el Echos el 14/11/2019 :

II – El SENTIDO

Entonces estamos atrapados en una dicotomía: esta necesidad de capital para vivir bien de forma material y esta necesidad de sentido para vivir en paz y feliz. Teniendo el primera prioridad sobre el otro: el mundo está en busca de sentido.

Luego, la empresa en todo eso intenta encontrar su sitio, sin duda es por eso que se desarrollan conceptos ágiles, procesos lean, formaciones o coaching de bienestar, incluso con la profesión de « Agente de la Felicidad - Happyness Manager » (al principio creí que era una broma), evidentemente por eso intentamos adaptar las neurociencias, el mindfulness, el enfoque sistémico, el coaching sistémico para responder a esta necesidad.

Pero nunca hemos visto tantas soluciones que van en la dirección del bienestar y tantas bajas por enfermedad, agotamiento, burn out, sufrimiento, conflictos en la empresa. Hay una gran paradoja.

Como coach, asesor, es importante hacerse preguntas: ¿son mis acciones solo un vendaje en una pierna de madera para aumentar aún más la brecha entre el capital y el sentido? o ¿es que mis acciones pueden permitir que los dos se desarrollen y que uno no pueda ir sin el otro?  

A través de mi enfoque sistémico, miro lo real: si quiere centrarse demasiado en el capital, el mundo empresarial se pierde. En la creencia de la era industrial y/o en la visión de Friedman, una empresa para tener capital necesita certezas, por eso, ha creado el control, los procedimientos, no acepta los errores, un poder centralizado a ultranza. Con el tiempo, eso ha permitido crear más comodidad, más riqueza, más paz y al mismo tiempo, más enfermedades, más falta de reconocimiento, más falta de confianza en uno mismo y en el otro, y pérdida de sentido. La naturaleza odia el vacío ¿es por este motivo que nace la era digital?

Por supuesto, no estoy diciendo que ya no sean necesarios los procedimientos ni el control, pero cuando llegamos a esta insensatez donde el control y el proceso se convierten en una prioridad, al punto de olvidar el sentido de por qué hacemos eso o aquello, eso simplemente ya no tiene ningún sentido.  

Estoy diciendo que la empresa, sea cual sea su tamaño, debe volver a dar sentido a su razón de ser. El capital no es la finalidad, sino más bien el medio para alcanzar su finalidad.  

Estoy diciendo que, la persona en el seno de la empresa tiene determinadas necesidades de dinero porque trabaja para ganarlo e irse de vacaciones, pero para él y el colectivo, necesita volver a encontrar el sentido. Esto sucederá mediante el reconocimiento, la confianza, la autonomía, la libertad, y por tanto, el sentido.  Y como dijo el oso Balú en el libro de la jungla: hace falta poco para ser feliz.

Me permito hacer un monólogo de la palabra confianza, debe haber un vínculo con la película, cuando la serpiente Kaa dice «¡ten confianza!». Con frecuencia escucho «tener confianza en uno mismo» o «confiar ». Me gusta referirme a la filosofía que es la fuente de mi desarrollo personal. La confianza es algo binario y una elección personal: tengo confianza o no la tengo, confío o no confío. También es algo complejo, porque tiene relación con la vulnerabilidad, puedo equivocarme, podemos equivocarnos juntos. Precisamente asumir riesgos, ¿no es la incertidumbre una de las pimientas de la vida? ¿no es la toma de riesgos la primera cosa que inicia una empresa cuando se pone en marcha? La toma de riesgos marca la incertidumbre, la valentía, y a fuerza de no querer incertidumbre, la empresa se olvida de uno de los primeros sentidos: emprender, la toma de riesgos desarrolla la valentía, la innovación, el derecho de error y la incertidumbre, todo eso se incluye en la complejidad.

Compruebo que cuando mis clientes actúan en las dos dimensiones: capital y sentido (también podemos decir valor capital y valor humano), que el uno va con el otro, luego no solamente ganan dinero, sino que también la tasa de absentismo, de accidentes de trabajo es muy baja, no necesitan buscar talentos, se quedan y acuden ellos, no hablan o muy poco del bienestar visto y que ya tienen.

Este proceso es complejo porque es un cambio de paradigma y de confianza en la incertidumbre. Para alimentar el sentido de nuestra profesión de coach, repito aquí lo que dijo el Sr. Antoine Frérot:


III – ¡Y EL COACH !

Luego, como coach o futuro coach es importante hacerse las primeras preguntas sobre el sentido:


En lo que respecta a mi visión sistémica, encuentro que vivimos una fase de transición entre la era industrial y la era digital que se parece a la fase de transición entre la era agrícola y la era industrial que se vivió de 1850 a 1950. Esta fase de transición terminó con los 30 años dorados, pero para llegar aquí, hemos sufrido el surgimiento del nacionalismo, la voluntad de transformar el hombre en pensamiento único, en robot. (“Los tiempos modernos”, la película de Charlie Chaplin refleja muy bien esta situación) y por supuesto, dos guerras mundiales. Luego humildemente, si puedo ser útil para permitir lograr con éxito este momento de transición entre la era industrial y la era digital, luego habré conseguido mis objetivos. Para mí, la era digital no ha llegado para permitir aún más capital y menos sentido, precisamente ha llegado para crear un vínculo y una dirección entre el capital y el sentido, entre el valor capital y el valor humano.  

Y cuando veo que, en el mundo, hay cada vez más rastros del nacionalismo, de pensamiento único, de conflicto, me digo que tengo mucho trabajo por delante. Y cuando veo cómo mi cliente Veolia hace lo que dice y dice lo que hace, y veo los resultados sobre sus colaboradores, luego, tengo fe en mi profesión incluso si no siempre es fácil.

Entonces, sí, como coach, asesor, es primordial hacerse este tipo de preguntas de manera regular. Y según vuestro posicionamiento, será primordial elegir la escuela y el docente que os formará para preguntarse:
¿Me forma en un concepto más, que voy a aplicar como un proceso o más como una filosofía?

Si también ha pensado que dejar una huella, es permitir desarrollar la autonomía, la responsabilidad, la confianza, la libertad, el reconocimiento, el sentido y el rendimiento financiero: ¿piensa que esto pasará por un concepto o por una postura? ¿incluso una postura filosófica que dará sentido a mi cliente, a mi vida?

También es primordial elegir las misiones, incluso los clientes. ¿Esta misión que quieren darme sirve para fingir y permite a la empresa continuar desarrollando su capital en detrimento del sentido y continúa cada día creando más diferencia y acercándonos al catastrofismo? ¿La empresa hace política (en el mal sentido de la palabra) de la comunicación interna, sobre el papel es bonito y en la realidad hace lo contrario?

¿Es que la empresa hace todo para quedarse como antes? o ¿la empresa está preparada para salir de su zona de confort, para confiar, para desarrollar la autonomía, para equivocarse, para innovar, para delegar poder, preparada verdaderamente para ganar dinero?

Y usted como coach, ¿está preparado para decir que no a misiones que no van en la dirección de su sentido? ¿Está preparado para rechazar una misión, la cual sabe que no será eficaz antes de comenzar? ¿Ha definido su sentido, sus valores a sus clientes, a su escuela de formación?

Cuando busca una escuela de formación, ¿busca un diploma o busca un formador que le permita desarrollar su sentido y su actividad? ¿Busca un concepto fácil de aplicar, tipo proceso de la era industrial o busca una formación que le permitirá estar cómodo en la complejidad? ¿Está preparado gracias a la supervisión, a cuestionarse constantemente durante 5, 10, 15, 20 años para estar siempre cómodo en la complejidad y ser un agente en constante cambio?

Si, y solo si usted se realiza y responde a estas preguntas, luego será de utilidad pública y el mercado te necesitará.

Si desea hablar sobre estos temas porque no tengo la verdad, no dude en dejar un mensaje debajo de este artículo o escribirme en privado a través de la sección CONTACTO.

Si también desea ganar, que sus equipos ganen o que su clientes aumenten capital y sentido, no dude en contactar con nosotros pinchando directamente sobre este enlace CONTACTO


Claude Arribas
+33 682 69 70 83
Copyright 2020